A partir de la década de los 70 la preocupación social, política e institucional por el medio ambiente ha crecido en paralelo a los avances científicos y el descubrimiento de problemas como el agujero de la capa de ozono, la deforestación o el cambio climático. Las organizaciones no han sido ajenas a esta realidad y cada vez más, se fomenta en el tejido empresarial el desarrollo de iniciativas respetuosas con el medio ambiente y comprometidas con su protección, ya sea por cuestión de imagen, por estrategia corporativa o por imposiciones externas..
La Norma de la Organización Internacional de Normalización (ISO) que trata los sistemas de gestión ambiental, es la más implantada y reconocida a nivel mundial. En el año 2015 sufrió su última revisión, y es fundamental para las organizaciones establecer un modelo de gestión basado en el desarrollo sostenible, la protección y la conservación ambiental.